viernes, 4 de julio de 2014

Momentos de relatos I

En el curso que he hecho a principios de año en la escuela de escritores nos recomendaron, cuando lo finalizamos, no dejar de escribir y seguir practicando, así que como una forma de animarme voy a intentar escribir uno por semana (a ver si puede ser) si os queréis animar, podemos poner un tema cada semana y escribir, más que nada como una forma de compartir, liberar, reírnos etc. No tiene por que ser nada serio, si no se puede un día, otro será...
Este lo escribí durante el curso, pero para la próxima empiezo ya a pensarlo.

La cebolla chisporroteaba suavemente en la sartén; mire al cámara que grababa la escena, cuando cogió un trozo de papel de cocina y limpio el objetivo rápida y eficazmente, con una experiencia que los mil días grabando le habían dado.
El ruido de el cucharón de palo al caer asusto al equipo y yo me agarre el pecho sintiendo un dolor punzante que se irradiaba desde allí al brazo; las imágenes se me difuminaron y entremezclaron como mis guisos; aunque en medio de tal desbarajuste, solo pensaba que se me iba a quemar la cebolla…..

Cuando desperté, me encontré en una habitación donde el blanco y el metal predominaba; con un artilugio  clavado en mi brazo, a modo de timón, que parecía ser lo que me mantenía en puerto, y mira que nunca me ha gustado el mar, pero fue lo primero que pensé o no; quizá fue la medicación que suponía tener corriendo por mis venas y que obnubilaba mis sentidos.
Estaba yo en estas cavilaciones, cuando un médico, me imagine que era el doctor, por esa aura que llevan impregnada, o más bien por la chapita donde rezaba Dr. Aragones.

-          Buenos días Sr. Arguibieta ¿Qué tal se encuentra?
-          ¿Cómo buenos días Dr.?¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-          Desde ayer al mediodía, le hemos mantenido sedado.
-          ¿Qué es lo que me ha pasado Dr.? Hábleme claro.
-          Ha tenido un susto, un amago de infarto, le hemos realizado unas pruebas, y tiene usted los niveles de colesterol pos las nubes, la verdad es que ha tenido mucha suerte.
-          ¿Colesterol? ¡¡Ay madre!! Si soy cocinero…
-          Pues tendrá que empezar a cocinar sano y perder peso……bla bla bla


Seguía hablando el doctor, con sus recomendaciones, pero sus palabras se perdieron por el camino, y a mi todo sea dicho, fue como si se me cayeran todas las cazuelas encima; un cocinero de renombre como yo, experto en comida no todo lo saludable que debería ser, con colesterol y un amago de infarto; venga hombre, parecía una broma del destino; de la que yo que siempre había gozado de un gran sentido del humor no podía reírme.
Y ahora ¿quién iba a querer comprar mis libros? y ya no te digo ver mis programas….empecé a elucubrar.
Debido a los recortes no tuve mucho tiempo para calentar la cama del hospital, y pronto me vi atrapado por unos bienintencionados amigos que querían animarme, y acabe en un tugurio, del que no quería saber nada, y al que tampoco sabía como había llegado.
Me asalto una joven, más bien mujer, -era por adornarlo- que me contó que en otra vida era monja, pero que estaba desencantada y que había acabado bailando allí, o que ese era su dios ahora, o algo por el estilo, la verdad mis condiciones no eran optimas, y yo solo podía pensar en el Doctor si me viera, y en mis arterias atascándose y luchando por abrir camino., después de unos intentos frustrados por darnos conversación, huí de allí como alma que lleva el diablo.
Salí a la noche oscura, o quizás ya era de mañana y decidí esperar el siguiente tren…

¿Qué os parece?¿Os animáis?Quizás el tema del próximo pueda ser el verano, se aceptan sugerencias..
Gracias por los comentarios.
Por fin es viernes, a disfrutar del fin de semana.
Besotes

10 comentarios :

  1. Bonito relato, sigue escribiendo :)

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  2. Un relato muy bonito, me encantará ir leyéndolos todos, además con el final abierto para que cada uno lo imagine como quiera :)
    Besos!

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  3. Hola Susana pues desde aquí otra que te apoya a continuar, y así nos enteramos si el cocinero cambió de hábitos o no!!

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  4. Buen relato! Desde luego tienes que seguir escribiendo!
    Besotes!!!

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  5. Me gusta ver que os animáis a escribir. Sigue en ello
    Besos

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  6. Me ha encantado!
    Ahora a seguir. Besos.

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  7. Se te da bien, aunque lo que de verdad me flipa son tus poemas, no lo dejes. El verano me parece buen tema para la próxima. Un beso!

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